A los cuatro años, una doble neumonía estuvo a punto de terminar la vida de Wilma Rudolph. Pero luchó, y salió adelante. Sólo dos años más tarde, un ataque de poliomielitis –una enfermedad que afecta al sistema nervioso central- le dejó paralizada buena parte de su pierna izquierda, estando cerca incluso de la amputación.
“El doctor dijo que nunca más volvería a caminar.” “Mi madre me dijo que pronto volvería a caminar. Decidí creer a mi madre”.
No solo volvió a caminar, se convirtió en una estrella de atletismo. A los 20 años Wilma se convertiría en leyenda deportiva durante los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma al ser la primera deportista norteamericana en conseguir tres medallas de oro en una misma cita olímpica.
La influencia que tienen los padres en sus hijos es profunda, que sea positiva o negativa depende de nosotros. No se educa mejor por las horas que se pasa con los hijos, sino por la calidad de la relación que se construya entre ambos. Recordemos que los niños se dan cuenta de todo: la mirada esquiva, la sonrisa falsa, la crítica a los demás, la queja… ¡guardémonos el “no soporto a tu abuela” para otro momento! Porque estamos moldeando la personalidad, los valores, el cerebro de nuestros hijos. Aprovechemos que son pequeños. Es más fácil educar bien que luego tener que corregir.
10 BENEFICIOS DE INVERTIR TIEMPO DE CALIDAD EN LOS HIJOS
1. Favorece el desarrollo de los niños en diferentes niveles: biológico, social, intelectual, afectivo-sexual.
2. Ayuda a la relación entre padres e hijos facilitando un conocimiento mutuo. Así, podemos potenciar sus fortalezas y ayudarlo en sus debilidades.
3. Crea confianza tan necesaria para que un hijo le cuente sus cosas a sus padres, y esencial para resolver los conflictos que pueden surgir más adelante (especialmente en la adolescencia),
4. Mayor influencia : al construir una relación sólida los padres tendrán más posibilidad de influir en sus decisiones, en vez, que sean influenciados por extraños, modas, celebridades..
5. Aumenta la confianza, la seguridad y la autoestima : los hijos se sienten escuchados, queridos y aceptados potenciando su autoestima.
6. Contribuye a liberar el estrés y la tensión. Divertirse juntos y hacer actividades de forma que podamos disfrutar de ellas nos ayuda a todos a liberar tensiones.
7. Desarrolla habilidades de comunicación : Un estudio concluyó que si mamá e hijos pequeños ven televisión juntos los niños crecen con menos habilidades de comunicación comparado con las mamás que leen libros a sus hijos pequeños.
8. Aumenta las probabilidades de éxito : Un estudio concluyó que los niños que reciben atención de sus padres en los primeros 3 años de vida tienen mejor rendimiento en el colegio, y mayor probabilidad de tener relaciones saludables y éxito académicos en sus 30s.
9. Mejores padres : la práctica hace al maestro. Mientras más tiempo invirtamos en nuestros hijos, más rápido se desarrollarán nuestras habilidades como padres.
10. Creatividad : “¡ya no se que inventarme!” Los padres se vuelven más creativos para asegurar que el tiempo que pasan junto sus hijos sea divertido.
Por último, pero igual de importante, el tiempo padres – hijos crea recuerdos felices para toda la familia, memorias que a pesar de cualquier dificultad en el futuro nadie podrá borrar.